El momento de la circularidad en moda
Paloma García, 29 abril, 2021
El acto de vestir
Vestir se está convirtiendo en un acto tremendamente importante, y no me refiero a temas de etiqueta, estilo o buen gusto. Saber impactar con tu “outfit” del día ya es lo de menos. Lo importante ahora, aquí, en este precioso momento, es saber que el simple acto de vestirnos tiene consecuencias muy graves para nuestra supervivencia como especie. A día de hoy, con los millones de personas que habitan la Tierra, esto es un dato desconocido para la gran mayoría.
La industria textil es la segunda industria más contaminante del planeta y directamente responsable del calentamiento global al que nos enfrentamos y pocos somos conscientes que elegir la ropa que nos vamos a poner cada mañana puede marcar la diferencia y ser el primer paso para acabar con el problema.
Hace siete años, cuando nació The Circular Project, teníamos en mente demostrar que, desde lo pequeño, lo local, se puede transformar la industria. A primera vista resultó un proyecto casi anti económico: la Economía Circular ¿eso qué era? Apostar por aprovechar lo que nos da la madre Tierra como nuestros bienes más preciados sonaba naif y poco realista. Ahora sabemos que es el único camino hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la descarbonización del planeta.
Observar con calma la Naturaleza nos acerca a sus procesos, nos enseña que en ella el residuo no existe y todo se integra a lo largo de su vida en procesos naturales. La biomímesis, con la que se desenvuelve la Madre Naturaleza, no es otra cosa que la circularidad en acción, es una fuente de aprendizaje constante que siempre habíamos tenido al alcance con la mejor maestra.
CirCoAx by CircularInnoBooster
Por eso cuando llegó a The Circular Project el llamamiento desde la Comisión Europea en la búsqueda de proyectos que impulsaran la circularidad, la sostenibilidad y la innovación en el textil se nos encendieron todas las luces. Ahí teníamos que estar, era el momento de llegar a más gente e impulsar nuestra idea haciendo que muchos más proyectos lo expandieran, aplicasen y afianzaran como la mejor vía de plantear una nueva economía.
En ese punto comenzamos a sumar fuerzas con Sharam Yalda (HumanNation) que enseguida vio su pertinencia y gracias a su enorme pericia y experiencia fuimos capaces de construir una propuesta muy sólida y junto al IED (Instituto Europeo de Diseño), Finnova, Texfor y Circulab creamos un consorcio ganador ya que finalmente nuestro proyecto conjunto fue seleccionado y ahí nació CirCoAx by CircularInnoBooster. Una iniciativa europea cuya finalidad es seleccionar e impulsar treinta proyectos de toda Europa que se tomen muy en serio la Economía Circular aplicada a la Industria Textil y la Moda.
Actuar de una forma efectiva, coordinada y rápida hacia una industria cero impactos es hoy apremiante. A día de hoy el textil se ha convertido en un gravísimo problema que se demuestra ya solo con ver las cifras que nos ofrece en la imagen ECOS (Environmental Coalition on Standards) o consultoras como Mckinsey, la Fundación Ellen MacArthur y tantas otras.
Las emisiones de CO2 de la industria textil están por encima de los 1,2 billones de Toneladas al año, más que todo el transporte terrestre y marítimo. Producimos 150 millones de prendas al año más del doble que hace 20 años, en concreto, un 60% más. El 30% de la ropa que se produce nunca llega a ser vendida y más del 50% acaba en la basura al año de ser comprada. Más del 90% de los residuos textiles acaba en el vertedero y menos de 1% se recicla para prendas nuevas y en estos momentos la tecnología no es capaz de separar la multitud de materiales utilizados en la fabricación de una prenda. Hace falta un plan.
¿Realmente reciclar es la respuesta?
Efectivamente, hace falta un plan que ponga patas arriba todo el sector y aborde un cambio estructural profundo desde sus modelos organizacionales, procesos productivos, materiales empleados, hasta llegar a una logística inversa que trabaje desde el principio de prevención. Tenemos que ser capaces de adelantarnos al problema y darle solución antes incluso de que se manifieste como tal. Todo esto pasa por hacer del Ecodiseño nuestra más preciada herramienta.
El punto de partida es complicado y como nos avanzaba Polly Barks en su magnífico artículo: How to recycle clothes (and why you 100% shouldn’t) quizá la mejor opción sería no hacerlo, al menos no hacerlo hasta saber cómo.
En estos momentos reciclar ropa es una aventura de alto riesgo no existe una tecnología fiable y de bajo impacto que nos garantice que hacerlo sea menos contaminante. Como nos cuenta el artículo, avalado por el informe de Gustav Sandin y Greg M. Poters, los métodos de reciclaje como la trituración o la digestión química funcionan mal. Al final, de 5 prendas, 3 acaban incineradas o en el vertedero. A esto hay que sumar que la gran mayoría de las fibras de nuestra ropa provienen del petróleo, la contaminación química tóxica, los microplásticos o para más inri que el algodón, la fibra más utilizada, ya sea convencional u orgánica tiene una huella hídrica enorme.
Por todo ello, resulta fundamental frenar la extracción de recursos, la producción sin límite, el consumo desmedido, la destrucción de excedentes, la generación de basura y residuos que no podemos gestionar. Males todos ellos fruto de una industria fast fashion y low cost que tenemos enquistada en nuestro día a día y que no está dispuesta a transformarse de la manera que es preciso.
Una producción evitada es la producción más circular.
Entre todos tenemos que buscar las soluciones, llegó el momento. Por ello, desde CirCoAx nos hemos propuesto encontrar esos proyectos que aborden el problema con ingenio y eficacia desde distintos frentes pues estamos convencidos de que el planteamiento tiene que ser holístico y con una clara visión sistémica. De nada nos servirá encontrar una solución técnica que luego no sepamos aplicar, o reducir emisiones en los procesos mientras que el común de los mortales seguimos consumiendo y tirando ropa como si no hubiese un mañana. Todo hay que tenerlo en cuenta.
Se hace necesario investigar, transformar los procesos, reducir la utilización de recursos, minimizar consumos energéticos y el consumo de agua, desterrar los químicos contaminantes, favorecer la reutilización de materiales antes que su reciclaje. Pero también tenemos que formar e informar, atender a todas las capas de la sociedad que participan de esta problemática dándoles las herramientas que ayudarán a acelerar el proceso hacia una sociedad descarbonizada y mejor vestida.